Su forma de tocar es muy variada, y va desde los ritmos sencillos de rock del disco The Black Album, hasta las complejas y rápidas partes en muchos de los temas de los discos más pesados de Metallica, como Master of Puppets, Ride the Lightning o ...And Justice for All (en este último realiza algunos de los ritmos más difíciles y complejos de todos los que tiene el grupo). También está reconocido como uno de los mejores bateristas de todos los tiempos.
A los diez años Lars asistió a su primer concierto de Deep Purple en Copenhague. Pero su padre deseaba que siguiera su camino: el tenis, por lo cual su educación estaba centrada en aquel deporte, llegando a ser uno de los mejores tenistas en Dinamarca en categorías juveniles, ubicado por momentos entre el puesto 10 y 15 del ránking, lo cual era promisorio para una carrera de este tipo. Pero la música era una pasión demasiado fuerte. En sus juegos se imaginaba como baterista aporreando con unos palos unas cajas de cartón a modo de batería imitando a sus 2 ídolos John Bonham, de Led Zeppelin, y Roger Taylor, de Queen.
A los doce años compró entradas para un concierto de Queen en Copenhague. Sin embargo, su madre no le dejó ir por estar castigado. «Fue el peor día de mi vida», recuerda Lars.
En 1976, «después de rogar 50 mil veces de rodillas a su abuela», recibió de ésta una batería de regalo. Fue su primera batería. Lars quería de inmediato tocar con un grupo, pero su padre le aconsejó paciencia: «Trata primero de tomar lecciones del instrumento», a lo que Lars replicó: «Yo puedo aprender en 10 días. Siempre he vivido para esto».
Lars Ulrich se metió de lleno a escuchar a los grupos de la New Wave Of British Heavy Metal (NWOBHM), como Iron Maiden, Diamond Head, Motörhead y Black Sabbath, Fist -sus favoritos-, entre otros.
En 1979 su padre lo inscribió en una famosa academia de tenis en Florida (EE. UU.), la cual él consideraba su «prisión de tenis». Al año siguiente toda su familia se trasladó desde Dinamarca a New Port Beach en Los Ángeles. Allí su pasión por el heavy metal se hizo manifiesta.
La contradicción vital entre ser tenista profesional o dedicarse a la música era una incógnita constante. Cuando viajó a Europa se reencontró con la música de sus favoritos, Diamond Head, e incluso permaneció un tiempo con la banda, y en Dinamarca conoció a grupos locales de heavy metal. Cuando retornó a Los Ángeles había decidido su destino: la música.
En esos días conoció al guitarrista del grupo Anvil Chorus, Kurdt Vanderhoof, de San Francisco, quien lo instó a sumarse a su banda, pero Lars deseaba permanecer en Los Ángeles.
Ulrich creó el sello The Music Company en 1998, distribuido por Elektra, en el cual han firmado los canadiences DDT; los texanos Goudie; Systematic de Oakland, California y Brand New Inmortals, entre otros.
De las presentaciones sin Metallica que ha hecho, se recuerda una con Kirk Hammett y Kid Rock en el Tonight's Show de Jay Leno y el evento Grand Slam Jam, torneo de tenis y concierto en el que Ulrich jugó dobles con John McEnroe contra la pareja formada por Jim Courier y el bajista de R.E.M., Mike Mills, y contra Andre Agassi y el jardinero derecho de los Yankees, Paul O' Neill. Después de los enfrentamientos, Ulrich en la batería, McEnroe en la guitarra y voz, Mills en los teclados y Courier en la otra guitarra, se divirtieron tocando Sweet Home Alabama de Lynyrd Skynyrd, Johnny B. Goode de Chuck Berry , Purple Haze de Jimi Hendrix y Welcome to Hell de Venom entre otras, durante más de hora y media.
En una entrevista a The Quietus en verano de 2008 Ulrich destaca la importancia del criticado álbum St. Anger para la situación actual de la banda: "Sé que las personas no creen que sea un buen álbum, lo comprendo y lo respeto. Sé que la gente lo encuentra muy difícil. Pero lo que yo tengo es un 100% de certeza de que si no fuese por St. Anger, Death Magnetic no sonaría del modo que suena. St. Anger tenía que suceder: la gente puede no ver nada apreciable musicalmente en él, lo cual respeto, pero por lo menos hay que respetar la existencia de St. Anger. No tengo ningún arrepentimiento respecto a él, sino que estoy orgulloso; orgulloso de que tuvimos el valor de ver más allá de él, ya que si no fuese por habernos reinventado completamente durante el proceso de composición de St. Anger, no sólo no habría Death Magnetic, sino que seguramente James Hetfield estaría en Nashville tocando música country, yo estaría produciendo películas y Kirk Hammett estaría de tour con Joe Satriani, y tal vez nunca hubiéramos conocido a Robert."